sábado, 24 de marzo de 2012

Jornada de desintoxicación propagandística

¡Gracias a los dioses!, ¡por fin terminó la dichosa campaña electoral en Andalucía! Yo no sé vosotros, pero yo me he quedado igual... Igual de cansada de tanta tontería, igual de incrédula, igual de desesperanzada, igual de perdida, igual, igual, igual...No sé a quién narices votar. Lo que sí tengo muy claro es que mañana, 25 de marzo, acudiré a las urnas a ejercer mi derecho, un derecho que ahora más que nunca tiene un papel crucial. Hay que hacer algo urgentemente y los andaluces tenemos mucho que ver en esto. No hay que lavarse las manos y quedarse en casita sin actuar, "ya echarán otros la papeleta". No señores. Votar es un derecho y una obligación. Lo que no se puede hacer es abstenerse y luego querer opinar y criticar. ¿Qué ninguna opción te gusta?, pues para eso está el voto en blanco, ¡muy sencillo! Ciertamente lo que se nos ofrece es muy poco atractivo y está bastante manido pero eso no quita que no se tenga que ejercer el voto. No confundamos churras como merinas. Aquí las excusas no valen. Todavía quedan unas horas para reflexionar y ver cuál es el camino que queremos seguir.

"Vaticino" que el resultado de mañana no será muy sorprendente, o Pili o Mili...¡Qué rancio de verdad! Y se supone que nuestro sistema no es bipartidista. En fin... esperemos que el ganador de las elecciones, ya sea el Señorito Andaluz o el discípulo de Felipe González, se justifique medianamente. La suerte está echada...


P.D. Os dejo música relajante para que hagáis una introspección y reflexionéis sobre vuestro voto...



domingo, 11 de marzo de 2012

Carta a un recién nacido


Estimado recién llegado al Mundo:

No sé si darte la bienvenida o decirte que te vuelvas por donde has salido. Siento decirte que no has nacido en el mejor momento. La que está cayendo es menuda y no creo que vaya a mejorar en mucho tiempo. ¡Quién sabe!, a lo mejor de aquí a que tu hayas cumplido la mayoría de edad las cosas se han arreglado. Ser optimista con está situación es todo un reto pero si perdemos la esperanza, ¿qué nos queda?. Para situarte un poco te contaré a rasgos generales como está el panorama, para que te hagas una idea donde has caído.

Hemos vuelto a la Edad Media, aunque según dicen andamos por el siglo XXI. La gran mayoría de la población mundial es pobre o está en el umbral de la pobreza mientras que a cuatro afortunados les sale el dinero por las orejas. Hay una enorme brecha social. Cada vez los pobres son más pobres y los ricos son más ricos. La injusticia y el despropósito reinan en nuestra queridísima Tierra. Pero para que haya ricos tiene que haber pobres, ¿no?, o eso creí haber escuchado alguna vez. Pues nada continuemos con la globalización y arrasando a la Jujamji. Todo es fachada, puro teatro. Si hubiese una repartición justa y equitativa del capital no tendrían que morir a diario cientos de niños por desnutrición. Pero es una utopía. Para eso están las ONGs, para pedir colaboración y dinero a la cuasi destruida clase media, a los que menos tienen o tienen lo justito para pasar el mes. Los ricos que donen unos zapatos “que tienen un gran valor sentimental” en una subasta para recaudar fondos o que presten su imagen para una campaña. Los más de cinco millones de parados en España y los otros tantos del resto del planeta nos encargamos de todo.

Como habrás podido comprobar el dinero lo es todo y cuando te digo que lo es todo es así. Algunos consideran que la salud está por delante, pero si no tienes recursos económicos para poder pagar médicos, tratamientos o medicinas cuando estás enfermo te vas al otro barrio, duro pero tan real como la vida misma. “Tanto tienes, tanto vales”. Quédate con esta frase porque te va a ayudar a entender como funciona esto.

Por otro lado está la fascinante clase política y la cúspide de la pirámide. Lo primero que se me viene a la cabeza al pensar en estos términos son corrupción y desidia, y creo que estoy siendo demasiado suave. Estos son los que manejan el cotarro y de qué manera. Prometen el oro y el moro cuando aún no están en el poder y cuando ya lo tienen si te visto no me acuerdo. Si esto es la democracia, ¡qué mal hemos configurado el sistema! Se supone que los ciudadanos somos lo más importante y quedamos relegados a un segundo o tercer plano. Somos marionetas al servicio de los ineptos mandamás (desde el primero al último).

No te voy a seguir deprimiendo más, supongo que te habrás podida hacer una idea de lo que aquí se cuece con estas pinceladas. Aunque tendría para escribir una enciclopedia ilustrada… Mi mensaje es bastante pesimista y poco alentador, lo sé. Pero también he de  decirte que la vida tiene cosas maravillosas por las que merece la pena luchar, sólo hay que armarse de valor y no perder la sonrisa… No va a estar uno cabreado todo el día, ¿no?



P.D. A ver si dejan de rascarse las narices y se ponen ponen a trabajar de una vez para levantar esto.



jueves, 1 de marzo de 2012

¡Maldita vocación!

"¿Que estás estudiando?. "Periodismo". "¡Ay qué carrera más bonita!". ¿A qué te dedicas?. "Soy periodista". "¡Ay qué profesión más bonita!". "Siempre quise estudiar Periodismo pero al final me decanté por otra cosa". Pues hiciste bien porque para lo que se cuece en este momento mejor alicatar cuartos de baño... ¡Maldita vocación!, ¡cuántos sinsabores me estás dando!. Si llego a saber esto me quedo quieta y me dedico al ganchillo, que por cierto está muy de moda y no me hubiese ido nada mal. Si es que en el fondo soy masoquista y sigo creyendo en la profesión y en el Periodismo, en que las cosas van a cambiar (a mejor porque a peor es casi imposible, aunque si nos guiamos por la Ley de Murphy...), en que llegará el día en el que términos como precariedad, despedido o intereses económicos y políticos nos suenen a chino. ¡Sí! amo esta profesión por encima de todo y pienso luchar y luchar por hacerme un huequito hasta que me faltan fuerzas, aunque creo que eso nunca ocurrirá. Algunos pensarán que estoy loca o que soy muy valiente por seguir apostando por un oficio que muchos infravaloran y consideran muerto. Lo siento pero NADIE me va a cortar las alas, pienso apostar aunque mi caballo no sea el ganador. De los cobardes nunca se escribió nada, y a mi otra cosa no, pero coraje y ovarios no me faltan.

Este viento en contra -llámenle crisis o como ustedes gusten- que está azotando sin piedad a los profesionales de la comunicación no amainará  hasta que no haya una toma de conciencia firme y seria por parte de todos los ciudadanos. Urge la recuperación del sentido crítico, narcotizado y amedrentado por los que manejan los hilos. No olvidemos que la libertad de información y de expresión son derechos constitucionales que están siendo anulados en detrimento de un espejismo de democracia en el que el 'demo' es el último mono.

¿Dónde quedaron aquellos tiempos en el que el Periodismo era el cuarto poder y combatía contra viento y marea al servicio de la sociedad?. Lamentablemente quedó en nuestro recuerdo y en las hemerotecas. Ahora como mucho se puede aspirar a trabajar con cortapisas o con miedo a ser víctima de un ERE, o lo que es aún peor, trabajar gratis. Los periodistas hemos repetido una y otra vez que #gratisnotrabajo, es clave para dignificar la profesión y hacernos valorar, pero siempre hay alguno que se lo salta a la torera. Siento decirlo pero esta vez he sido yo. Sí, trabajo sin remuneración alguna (bueno colaboro que los eufemismos siempre quedan más decorosos), por amor al arte y a este maldito oficio, el más bonito de todos.

Alcemos la voz para que no se duerman nuestros sentidos. Chillemos hasta que nuestras cuerdas vocales dejen de vibrar. Unamos fuerzas y luchemos para que el Periodismo ocupe el lugar que le corresponde. Que como bien hemos gritado a las cuatro vientos en la manifestación celebrada hoy en Almería "SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO NI DEMOCRACIA".