jueves, 1 de marzo de 2012

¡Maldita vocación!

"¿Que estás estudiando?. "Periodismo". "¡Ay qué carrera más bonita!". ¿A qué te dedicas?. "Soy periodista". "¡Ay qué profesión más bonita!". "Siempre quise estudiar Periodismo pero al final me decanté por otra cosa". Pues hiciste bien porque para lo que se cuece en este momento mejor alicatar cuartos de baño... ¡Maldita vocación!, ¡cuántos sinsabores me estás dando!. Si llego a saber esto me quedo quieta y me dedico al ganchillo, que por cierto está muy de moda y no me hubiese ido nada mal. Si es que en el fondo soy masoquista y sigo creyendo en la profesión y en el Periodismo, en que las cosas van a cambiar (a mejor porque a peor es casi imposible, aunque si nos guiamos por la Ley de Murphy...), en que llegará el día en el que términos como precariedad, despedido o intereses económicos y políticos nos suenen a chino. ¡Sí! amo esta profesión por encima de todo y pienso luchar y luchar por hacerme un huequito hasta que me faltan fuerzas, aunque creo que eso nunca ocurrirá. Algunos pensarán que estoy loca o que soy muy valiente por seguir apostando por un oficio que muchos infravaloran y consideran muerto. Lo siento pero NADIE me va a cortar las alas, pienso apostar aunque mi caballo no sea el ganador. De los cobardes nunca se escribió nada, y a mi otra cosa no, pero coraje y ovarios no me faltan.

Este viento en contra -llámenle crisis o como ustedes gusten- que está azotando sin piedad a los profesionales de la comunicación no amainará  hasta que no haya una toma de conciencia firme y seria por parte de todos los ciudadanos. Urge la recuperación del sentido crítico, narcotizado y amedrentado por los que manejan los hilos. No olvidemos que la libertad de información y de expresión son derechos constitucionales que están siendo anulados en detrimento de un espejismo de democracia en el que el 'demo' es el último mono.

¿Dónde quedaron aquellos tiempos en el que el Periodismo era el cuarto poder y combatía contra viento y marea al servicio de la sociedad?. Lamentablemente quedó en nuestro recuerdo y en las hemerotecas. Ahora como mucho se puede aspirar a trabajar con cortapisas o con miedo a ser víctima de un ERE, o lo que es aún peor, trabajar gratis. Los periodistas hemos repetido una y otra vez que #gratisnotrabajo, es clave para dignificar la profesión y hacernos valorar, pero siempre hay alguno que se lo salta a la torera. Siento decirlo pero esta vez he sido yo. Sí, trabajo sin remuneración alguna (bueno colaboro que los eufemismos siempre quedan más decorosos), por amor al arte y a este maldito oficio, el más bonito de todos.

Alcemos la voz para que no se duerman nuestros sentidos. Chillemos hasta que nuestras cuerdas vocales dejen de vibrar. Unamos fuerzas y luchemos para que el Periodismo ocupe el lugar que le corresponde. Que como bien hemos gritado a las cuatro vientos en la manifestación celebrada hoy en Almería "SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO NI DEMOCRACIA".





1 comentario: